¡CONTIENE SPOILERS DE LA ÚLTIMA TEMPORADA DE JUEGO DE TRONOS!
Tres hombres con capas negras se adentraban en un bosque nevado y encontraban una ristra de cadáveres aparentemente asesinados con violencia. De repente, aquellos cadáveres cobraban vida; sus ojos se volvían de un azul tan frío que cortaba, y se ponían en pie de nuevo. Uno de los tres hombres de negro lograba huir de aquel Infierno Helado, y sólo entonces empezaba a sonar una música que se convertiría en un himno.
Ocho años y ocho temporadas como ocho soles después, Juego de Tronos termina, y lo hace dejando atrás una legión de fans que, igual que los muertos del piloto, se levantan del sofá pidiendo otra cosa. ¿Qué es eso de que el trono se lo quede Bran? ¿Por qué Sam pide que al Rey lo vote toda la población? Ni que ahora los Siete Reinos - perdón, Seis, que le ceden el Norte a Sansa como quien te deja pasar delante en la cola del Super - fuesen una ONG. En fin. Para aquellos que nos traumatizamos con la muerte de Oberyn, que nos dejamos la garganta durante la Batalla de los Bastardos, nos estremecimos con la explosión del Septo de Baelor y le hicimos cuarenta y cinco reverencias a Olenna Tyrrel antes de morir envenenada - "dile a Cersei que quiero que sepa que fui yo"; menuda reina -, la verdad es que la última temporada ha resultado un poco decepcionante. Y digo la última temporada porque creo que no es justo achacar la decepción únicamente al 8x06 (El Trono de Hierro). No soy capaz de recordar ni una sola escena del primer capítulo - ah, sí, esa en la que Cersei le da una ballesta a Bronn para nada y así no tienen que molestarse en darle más diálogo a ninguno en todo el resto de capítulos -, y estamos hablando de una serie que me enganchó a los cinco minutos de verla. También diré que la famosa Batalla de Invernalia no me hizo mover un músculo, y es que sólo sentí tensión durante la escena de Arya en la cocina, y cuando mataron a mi pobre Theon. Que a todo esto, qué muerte más absurda. Bran, hijo,si sabías que cinco segundos después el Rey de la Noche iba a morir, ¿por qué coño mandas a Theon a por él?
Total, que lo único que puedo destacar de la temporada es el 8x02 (Caballero de los Siete Reinos; qué bonito, la calma que precede a la tormenta) y el 8x05 (Las Campanas), y con éste último aún tengo mis reservas. Pero, en general... ¿salvar a Bronn en la batalla de la séptima temporada contra Daenerys sólo para que haga un chiste sobre burdeles en la escena final? ¿Cersei Lannister, uno de los personajes más fuertes de la saga, teniendo dos líneas de diálogo y siendo reducida a una niña que llora en brazos del amado? ¿Cersei Lannister, acostándose con Euron Greyjoy... por nada? ¡Para que nadie piense que su bebé es de Jaime! Pero si lo de su lío con Jaime lo saben ya hasta los dothraki - que, por cierto, se reproducen como el musgo, un día te quedan cinco y al otro vuelves a tener un ejército de cien mil -. Y, por otra parte, ¿lo del bebé de Cersei ha servido para algo? Creo que le han dedicado treinta segundos de trama. ¡Ah, y hablando de bebés! ¿No iba Sam a quedarse con Elí y su hijo, al que iban a llamar Jon de ser niño? ¿Por qué Sam, que se tiró tres temporadas luchando por un bebé que ni le iba ni le venía, de repente dice adiós muy buenas que me voy a ser Maestre a Desembarco del Rey? Ni lo sabemos, ni lo explican. ¿El don de Bran? ¿El viaje que se pega durante seis temporadas sirve para algo? ¿Nos explican quién era la Mujer Roja? ¿Nos explican algo relacionado con todas las tramas mágicas que estaban abiertas? Pues... tampoco. Ahora, para inexplicable, lo de los script esta temporada: entre el vaso de Starbucks en el 8x04 (El último de los Stark, el episodio peor valorado de toda la serie) y la botella de agua mineral del 8x06...; en fin, lo que nos ha quedado claro es que en Poniente se hidratan.
En definitiva, qué queréis que os diga: ¿el capítulo final? ni tan mal. ¿La octava temporada?una decepción tremenda. Oye, mira te compro los motivos por los que Bran debe ser Rey, te compro que Daenerys se vuelva loca (¡es más, lo veía venir y es de lo que más me ha gustado!) y te compro muchísimo que Sansa (¡mi Sansa!) sea la Reina en el Norte y que las últimas palabras que se digan en la serie hayan sido «The Quen in the North». Ahora, no te compro que me lo cuentes de forma tan rápida y chapucera. Si me hubieran dado ese final después de una explicación épica y con sentido... olé. Pero de esta forma, deprisa y corriendo, callando un montón de historias que aún debían ser contadas, y dándonos tres (¡tres!) momentos épicos únicamente... pues mira, no. Pero bueno, como todo hay que decirlo, es cierto que Juego de Tronos ha sido una de las mejores series que he visto y que más he disfrutado. Así que, aunque sólo sea por eso, toca dar las gracias por estos ocho años conteniendo la respiración.
(Por cierto, los momentos épicos son Arya cargándose al Rey de la Noche, la pelea entre La Montaña y El Perro y Daenerys con las alas de Drogon tras ella. Lo mejor. Ah, bueno, y el dragón quemando el Trono de Hierro en plan Bakunin, también).
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